La palabra asertivo de aserto,
proviene del Latín asertus y significa afirmación de la certeza, por lo que se
deduce que una persona asertiva es aquella que afirma con certeza. Se considera
también como: autoafirmación personal, capacidad para respetar los derechos
propios o ajenos y la habilidad para expresar de manera apropiada sin producir
angustia o agresividad.
Es muy común encontrar personas que expresan sus ideas de manera violenta, así como también existen personas que expresan sus ideas de manera manipuladora o que piensan que levantando la voz es la única forma que escuchen sus derechos o reclamos.
Aquella que permite a la persona expresar adecuadamente, (sin distorsiones cognitivas o ansiedad y combinando los componentes verbales y no verbales de la manera más efectiva posible) sin oposición (decir no, manifestar desacuerdos, defender derechos) y afecto (dar y recibir elogios, compartir sentimientos positivos en general) de acuerdo con sus intereses y objetivos, respetando el derecho de los otros e intentando alcanzar la meta propuesta.
Comunicarse con claridad, firmeza
y efectividad, es una virtud importante y valiosa para cualquier ámbito que nos
desenvolvamos. Piensa en las personas que tienes a cargo en el trabajo, ¿cómo sería tu
comunicación si practicaras la asertividad?; ¿qué resultados obtendrías al
comunicar asertivamente la nueva estrategia comercial? Una comunicación poco
asertiva seguramente generará malentendidos, confusiones y situaciones
desfavorables en el rendimiento de tu equipo, intoxicando su ambiente laboral.
Riso (2002) considera que las
personas que practican una conducta asertiva son más seguras de sí mismas, más
transparentes y fluidas en la comunicación y no necesitan recurrir tanto al
perdón, porque al ser honestas y directas impiden que el resentimiento eche raíces.
Güell y Muñoz (2000) sostienen
que al evitar ser manipulados, desarrollan una autoestima más alto, con mayor
capacidad de autocontrol emocional y muestran respeto por los demás. Las personas
asertivas toman conciencia de sus derechos, compartiéndolos con precisión y
seguridad. Su sinceridad permite que la comunicación sea más abierta y profunda.
Existen varios elementos que debemos ejercitar mientras somos asertivos como: mirar a los ojos para generar
una conexión; regular el volumen de la voz para evitar que se sientan
intimidados; practicar la modulación y entonación para provocar interés; sostener
una fluidez verbal que contenga espontaneidad y seguridad; presentar una
postura firme, equilibrada y calmada; manejar gestos para acompañar nuestro
lenguaje de manera coherente; utilizar un claro contenido verbal a través de un
mensaje explícito, directo, franco, considerado y respetuoso.
Para ilustrar el estilo de
expresión agresivo, compartiré la siguiente anécdota. Cuando ocupaba el cargo
de asesor comercial fuimos convocados a una reunión para evaluar los resultados
acerca del cumplimiento de las metas de colocación y recuperación del mes (no eran buenos). La reunión inició con la
intervención del "Jefe" y apenas tuvo la oportunidad, descargó toda su ira contra
nosotros. Entre las frases que recuerdo se encontraban: “Son unos incompetentes”;
“Estoy rodeado de personas improductivas”; “Deberían regresar a la universidad
para que aprendan bien”. Al poco tiempo de su participación (poco asertiva),
nos preguntó: ¿Tienen algo que decir al respecto? Ninguno contestó. ¿Cómo creen
que fueron los resultados en los meses siguientes?
Si tienes un jefe arrogante, poco
asertivo y por otro lado un equipo desmotivado, resentido e intimidado, es muy
probable que estén a punto de colapsar. Al respecto, Hernández (2003) señala
que una conducta asertiva facilita un flujo adecuado de información en los
grupos de trabajo y potencia la creación de más de una solución a los posibles
problemas laborales que vayan surgiendo en el día a día.
Por otra parte, tenemos la
conducta de personas sumisas con un estilo de comunicación pasiva que soportan
los mensajes del estilo agresivo y no contestan por temor o por sentirse
inferiores. Provocando severos problemas de baja autoestima, ansiedad, acumulación
de ira, resentimiento y depresión.
Para resumir los tres estilos de
comunicación: Agresivo – Asertivo – Pasivo, presentaremos el siguiente caso: Tu compañero de trabajo está
marcando la salida desde hace algunas semanas a la hora normal, mientras que tú, registras la salida dos horas más tarde
durante ese mismo tiempo. Te ha solicitado que lo ayudes en sus informes,
retrasando los tuyos. Hoy decidiste ponerle fin a esta situación que tanto te incomoda. ¿Qué podrías hacer?
- Continúas haciendo sus informes por temor a que tome represalia o deje de saludarte por resentimiento (pasivo).
- Le pones fin y le dices: ¡Olvídalo! Ya me cansé de quedarme hasta tarde por cumplir con tus tareas, no me vuelvas a pedir más. (agresivo).
- En los últimos días me has solicitado que te ayude con tus informes, aunque observo que al finalizar nuestra jornada, sales a la hora normal. Me gustaría saber el motivo que te impide cumplirlos, para poder ayudarte en caso de no saber cómo realizarlos. Me siento más cansado desde que me solicitas ayuda con tu trabajo, así que te pido de favor que trates de quedarte un poco más de tiempo, para que lo intentes o pueda enseñarte a elaborarlos y así evitaremos futuras incomodidades en nuestra relación laboral (asertivo).
Para concluir hago mención a una grandiosa reflexión: “La diferencia básica entre ser asertivo y ser agresivo es
la forma en que nuestras palabras y comportamientos afectan a los derechos de
los demás.” Sharon Anthony Bower.
Referencias:
Referencias:
- Güell, Manuel y Muñoz, Josep. (2000). Desconócete a ti mismo. Programa de alfabetización emocional. Barcelona. Paidós
- Hernández, (2003). Asertividad en el trabajo. Recuperado el 11 de agosto de 2016, de http://www.cpalsj.org/wp-content/uploads/2014/08/15CPM2T3-Menor-2013-Asertividad.pdf
- Riso, Walter. (1988). Entrenamiento Asertivo. Medellín: Rayuela
- Riso, Walter (2002). Cuestión de dignidad. Aprenda a decir no y gane autoestima siendo asertivo. Bogotá: Norma
- Soria del Río, Isabel. (11 de septiembre de 2012). La asertividad: esa cualidad tan importante y tan desconocida. [Mensaje en un blog]. Recuperado de http://blog.inspiringbenefits.com/inspiring-benefits/la-asertividad/