lunes, 24 de octubre de 2016

La Resiliencia: Una conducta resistente y transformacional

Es un vocablo derivado del latín, del verbo resilio, que significa volver atrás, volver de un salto, resaltar y rebotar.
Ese término fue adaptado a las ciencias sociales para caracterizar aquellas personas, que a pesar de nacer y vivir en situaciones de riesgos, se desarrollan psicológicamente sanos y exitosos. (Rutter, 1993).


La resiliencia es la capacidad que tenemos los seres humanos para afrontar las adversidades, alcanzando un estado de equilibrio emocional y buscando en lo posible salir fortalecidos, transformados y optimistas. Las personas resilientes van un paso más allá y utilizan las situaciones negativas para crecer y desarrollar su máximo potencial a través de lo que se conoce en el proceso esencial del coaching ejecutivo como la “autoconciencia”.

Hay muchos acontecimientos que nos pueden llevar al límite, interfiriendo y provocando dudas acerca de nuestras fuerzas para sobreponernos y seguir adelante. Emerge entonces que formulemos la siguiente pregunta: ¿Debo rendirme?

Resiliencia significa volver a nuestro estado natural, a lo que se conoce en el coaching ontológico como el “fluir transparente de la vida”. Imagina un hierro que durante un movimiento sísmico tuvo que soportar un desdoblamiento muy fuerte para sostener la estructura de la edificación. Al final del movimiento pudo resistir y regresar a su estado inicial, sin causarse daños graves. En el ámbito laboral podríamos precisar que es una habilidad para recuperarse de la crisis, o para absorber el estrés y preservar su lucidez, así como desempeñarse en un ambiente de riesgo organizacional. Además, permite identificar oportunidades en momentos caóticos y utilizarlos de manera estratégica para evitar frustraciones.

Esta herramienta brinda la capacidad para adaptarse y recuperarse de los cambios bruscos en las organizaciones, en entornos inciertos y volátiles, en donde se torna esencial la aplicación de un estilo de liderazgo con estas características.

En los equipos de trabajo permite comprender que lo que sucede es una realidad transformable, que aquella situación que percibes como amenaza puede sortearse con soluciones creativas colectivas. Busca el apoyo en otras personas que posean recursos útiles. Ofrece una concentración para identificar las habilidades y no centrarse en el problema y sus consecuencias.


Los colaboradores que poseen esta particularidad son más comprometidos y perseverantes en sus acciones, utilizan constantemente la introspección (arte de preguntarse a sí mismo), son independientes en sus decisiones y no ceden a presiones. Poseen una alta capacidad para relacionarse a través de su buen humor y positivismo. Toman generalmente la iniciativa y mantienen la transparencia y probidad en sus actos.

Sin embargo, Zaldivar (1996) afirma que “al igual como existen ambientes que promueven conductas positivas y condiciones propicias para la resiliencia, existen entornos que generan gran tensión en las personas y dificultan su normal desarrollo”. Este contexto se traduciría en una baja productividad para la organización, una alta rotación del personal y ausentismo voluntario. ¿Conoces un ambiente similar?

Recuerda que después de la tormenta llega la calma y los tiempos de crisis se convierten en oportunidades para innovar y crear.

“Las dificultades preparan a personas comunes para destinos extraordinarios.” C.S Lewis.  


Referencias:

Kotliarenco, M., & Caseres, I., & Fontecilla, M. (1996). Estado de Arte de la Resiliencia. Centro de Estudios y Atención del niño y la mujer. Washington: CEANIM. OPS

Melillo, A., & Suárez, N., (2001). Resiliencia. Buenos Aires: Paidós

Zaldívar. D. (1996). El conocimiento y dominio del estrés. Ciencia y Técnica

viernes, 7 de octubre de 2016

La Apreciatividad: Una herramienta que valora afirmativamente el talento de las personas

La  Real Academia Española (REA) considera la palabra apreciativo/va como un adjetivo que significa: Perteneciente o relativo al aprecio o estimación que se hace de alguien o algo. Por ejemplo los elogios que ofrecemos cuando alguna persona realiza un buen trabajo. Este término está compuesto del verbo transitivo apreciar y del sufijo “ivo” que indica la inclinación o capacidad para.

Según el Instituto diálogos e indagación apreciativa (IDEIA) la capacidad para desarrollar la habilidad de ser apreciativo, se la considera como la Indagación Apreciativa (IA) y la definen como un proceso metodológico que impulsa el cambio, incrementa las fortalezas y las convierte en hábitos, promueve el crecimiento, la ilusión y la motivación. ¡Seguramente te estas preguntando! ¿Cómo desarrollo esta grandiosa herramienta?

La Apreciatividad se basa fundamentalmente en la búsqueda rigurosa y profunda de lo mejor de las personas a través de la observación focalizada y formulación de preguntas acertadas que permitan generar una actuación positiva, reforzando nuestra capacidad de impresión. Imagina lo estupendo que sería poder conectar las virtudes de las personas con cada una de sus acciones. 
Ser apreciativo es un proceso de cambio, es poder rescatar lo valioso e importante de los seres humanos, es revelar y relucir lo mejor de ellos para que accionen positivamente. Recuerda que nadie se mueve a través de críticas, ofensas o percepciones negativas.

Esta herramienta comprende un conjunto de técnicas colaborativas que se aplican en tres etapas basadas fundamentalmente en las fortalezas del individuo: autodescubrimiento, alineación y aplicación. Para desarrollar esta habilidad es importante que concentremos nuestra atención en las emociones y acciones efectivas, en la valoración y la inspiración. Sabías que la inspiración es algo que nos nutre de buenas emociones, maximiza nuestro potencial, clarifica nuestra visión, ilumina nuestra creatividad y nos motiva a mantener nuestra mente siempre optimista. 

“La Indagación Apreciativa (IA) está revolucionando el campo del desarrollo organizacional y el cambio organizativo”, escribió Bob Quinn de la Universidad de Michigan en su libro sobre liderazgo Change de World. Definitivamente sería de gran ayuda su utilización para el mejoramiento en el desempeño laboral y aumento de la productividad de los colaboradores.

En muchas ocasiones los “líderes” no se interesan por los aspectos positivos de sus colaboradores, incluso son los responsables de convertir las fortalezas en amenazas para su equipo. No son capaces de expresar un reconocimiento, una felicitación o un simple “buen trabajo”.

Este enfoque de la Apreciatividad deja a un lado los modelos tradicionales de gestión de cambios basados en la resolución de problemas (justificación), en el ¿Por qué lo hiciste? Concentrándose en conseguir las acciones positivas futuras (soluciones), en el ¿Qué vamos hacer? Cuando una fortaleza entra en contacto con otra fortaleza y la inspiración se contagia con la inspiración de otro. ¡Los resultados son geniales! Es como si se produjera una chispa que posteriormente crecerá hasta convertirse en una gran antorcha. Al respecto el Nobel Rufus Jones dijo “Nadie sabe cómo la llama de la vida y la energía saltan de una vida a otra”.

Espero que después de leer este articulo mi inspiración haya contagiado la tuya, que mi motivación haya impulsado la tuya, que mi optimismo haya entusiasmado al tuyo, que mis sueños hayan multiplicado los tuyos, que mis aspiraciones hayan fomentado las tuyas, y sobre todo, que mi deseo de ser apreciativo con las personas y conmigo mismo, haya nacido también en ti. No te enfoques en lo que no tienes, en tus debilidades, en las situaciones desfavorables. Mentaliza lo mejor que tienes y en cómo lo puedes atraer, mantener y mejorar. 


Referencias:

Subirana, M., & Cooperrider, D. (2013). Indagación Apreciativa (1ª Ed.). Barcelona, España: Kairos.

Definiciona. (n.d.). Definición y etimología de apreciativo. Recuperado el 06 de octubre de 2016, de https://definiciona.com/apreciativo/

Real Academia Española. (n.d.). Apreciativo,va. Recuperado el 04 de octubre de 2016, de http://dle.rae.es/?id=3IBjZKk